Para interrogar al sospechoso tenían que ir a otro edificio del complejo donde guardias de seguridad y policías le retenían.
En el exterior Jhan se fijó en las casas baratas que se extendían hasta el horizonte, al otro lado del perímetro del complejo. Además el olor al amoniaco presente en el aire le ayudó aun más a recordar su hogar. Solo entrando en la policía había podido huir de todo aquello: la miseria más absoluta, hambre, suciedad y enfermedad, ignorancia...
Ya en el nuevo edificio salio a recibirle un grupo de directivos trajeados con ceños fruncidos. La voz cantante la llevaba un pancho. No había nadie más arrogante que un pancho crecido, un pancho que se creyera por encima de los demás. La mayoría de los suyos eran obreros, jornaleros o criados... éste era directivo.
- Inspector J...
- Detective
- Su presencia aquí es irregular. Tenemos firmado un convenio con el ministerio de defensa que nos capacita para resolver nuestros propios problemas de seguridad. ..
- Salvo por el detalle de que su cadáver es un lord - y los lords eran competencia de la policía especial. Estaban ante un conflicto de competencias que a Jhan le importaba un comino.
- Da igual. nuestro cuerpo de seguridad ha detenido al asesino. El caso está cerrado.
Jhan comprendía que discutir con el directivo era una perdida de tiempo.
- dónde está el sospechoso?
Los guardias de seguridad le condujeron hasta un cuarto cerrado y custodiado por más guardas visiblemente armados. Le abrieron la improvisada celda y en su interior Jhan se sorprendió al encontrarse con un joven mamón visiblemente maltratado, por no decir torturado, amarrado a una silla.
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