Relatos de Jjojismos

· La última bolchevique (concluido), una mujer regresa del exilio y se encuentra con un país devastado por la guerra. Perseguida, deberá aliarse con los compañeros que la traicionaron para luchar por su supervivencia.
· Una nueva historia (en proceso), 1913, han asesinado al hijo de un importante empresario, el detective Jhan, un troglo, no cree que el sospechoso detenido, un trabajador de oficinas mamón, sea el verdadero asesino.
· Jaime (en proceso), la secuela de La última bolchevique. Bella, colaboradora de los nuevos bolcheviques se lanza a la búsqueda del a la par odiado y amado Jaime para evitar una nueva guerra.
· La muerte de Ishtar (en proceso), nos situamos a finales del siglo IV, principios del V. La nueva religión cristiana se abre paso frente a las antiguas creencias paganas. Dos mundos chocan y luchan entre intrigas, persecuciones y aventuras.

lunes, 30 de diciembre de 2013

Una nueva historia 2.5

El detective Jhan observaba a Yon con una pluma en una mano y el informe en la otra. El jefe de seguridad y el directivo de oficinas esperaban ansiosos que firmara de una vez. Cerrada la investigación la policía especial se llevaría al mamón a una prisión y todo terminaría con la ejecución del reo. Solo tenía que firmar.


Jhan no tenía nada. Sabía que el mamón no había asesinado a nadie, pero había confesado. El detective sospechaba que Yon creía que confesando protegía a su familia. Su hermano sí era minero y sí podía haber asesinado con la taladradora. 

Fue en medio de esas reflexiones cuando el policía de la puerta le informó por línea que Pit se había presentado para ver a su hermano y que un agente le seguía. Felicitó al policía. Tendría que recomendarle para un ascenso por su iniciativa ya que no tenía porque saber nada de la posible implicación del hermano y desde luego, seguirle a donde iba podía ser mas interesante que simplemente detenerle. Jhan sospechaba de una posible implicación de la hermana en el móvil del asesinato. Decidió no firmar el informe.

-¿Cómo que no? -protestó el directivo.
- Quiero atar algunos cabos sueltos.
- ¿Cabos sueltos? Señor detective tiene la confesión. Termine con este circo de una vez. Piense en el dolor del lord Campcol. 
- Seguro que el lord quiere conocer al verdadero asesino de su hijo. 
- ¿Qué está usted diciendo?
- No tengo que darle explicaciones. 
- Pero a su superior sí.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Una nueva historia 2.4

Pit quería ver a su hermano, así que junto a Gloob se dirigieron al edificio central de oficinas. Se encontraron con una tupida maraña humana rodeando las puertas de acceso. La noticia de la muerte del hijo del lord Campcol debía de haberse filtrado ya a los medios de comunicación porque junto a muchísimos curiosos también estaban numerosos periodistas luchando por conseguir alguna exclusiva. Para contener a toda esa gente la policía había levantado una barrera. Sólo los autorizados podían entrar en el edificio. No debía de haber trascendido que el detenido era un mamón porque de lo contrario, la presencia de Pit no hubiera pasado desapercibida. 

Con mucho esfuerzo lograron alcanzar la barrera policial. Gloob tuvo que hidratarse la cara en dos ocasiones, aunque la segunda vez comprobó que no le quedaba líquido en su cantimplora. Estaba muy nervioso y rodeado de tanta gente lo pasaba realmente mal. Ya frente a unos agentes de la policía, Gloob trató de razonar con un forzudo troglo que parecía al mando de la barrera. 

Gloob le explicó que Pit era el hermano de Yon, del mamón retenido. Que querían verlo. Que él como ilum, aliado de la Entente, tenía derechos constitucionales, y que quería que Yon dispusiera de un abogado. El troglo miró a Gloob de arriba a abajo, impacientándose a cada palabra que su interlocutor le soltaba.

- Escuchame, sapo - le gritó el policía - Tú eres un sapo. Esta bien. Si te detengo entonces podrás disfrutar de tus derechos constitucionales. Hasta entonces: ¡Lárgate! 

El troglo despreciaba a Gloob. ¡Cómo se le ocurría a ese sapo viscoso venir a él con estupideces como derechos, abogados y todo eso! Con su exoesqueleto empujó al pobre Gloob que no pudo mantener el equilibrio y acabó en el suelo. Pit enrojeció de ira y amagó con enfrentarse al policía. Por suerte, se lo pensó dos veces, se contuvo y ayudó a su amigo a incorporarse. Pelearse con un agente del orden no tenía ningún sentido y desde luego no ayudaría en nada a su hermano. Se alejaron de allí.

Pero el agente se había quedado con el dato de que el mamón que acompañaba al sapo era el hermano del sospechoso retenido. Cuando Pit y Gloob ya le daban la espalda, con un gesto le indicó a otro policía que les siguiera discretamente. Cuando reportó lo sucedido a su superior, éste le felicitó.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Una Nueva Historia 2.3

Al ver a Pit, Gloob el sapo se humedeció la cara con su pulverizador y bebió un poco de su cantimplora. Corrió a abrazar a Pit. Ante su amigo, el minero mostró toda su preocupación y nerviosismo.

- Está bien Sol?
- Si, si, está en mi casa. No sé nada de Yak.
- ¡Qué típico! - el rostro de Pit se avinagro al recordar a su hermano pequeño.

Se pusieron a andar alejándose de la mina.

- Pensaba que estaría esperándome la policía...
- la situación es muy complicada. Le acusan de haber asesinado ni mas ni menos que a Campcol hijo.
- Eso se rumoreaba dentro. Lo sabe Sol?
- No lo sé, llego a casa muy nerviosa, solo sabia que le habían detenido, nada mas... ha estado todo el día llorando. ..

Pit apretó los puños. Estaba enfadado pero no con Sol o con Gloob.

- Gracias por todo Gloob.
- no digas eso Pit. Me siento responsable de esto... por mi culpa Campcol hijo se fijó en tu hermana...

Dicho esto, Gloob detuvo la marcha, se volvió a humedecer la cara y tomo un sorbo de su cantimplora.

- Yo... yo no tengo derechos, Gloob, soy colono. Pero los sapos, perdona, los ílum, sois de la Entente... tenéis derechos reconocidos en la constitución...

El rostro de Gloob se tornó azulado de los nervios, mejor dicho, de miedo, de temor.

- Pero Pit, ya sabes como nos tratan a nosotros... somos formalmente de la Entente, pero los demás nos tratan como si fuéramos basura...
- Gloob, por favor, sin tu ayuda es imposible que pueda llegar a mi hermano!!

Gloob, con los ojos bien abiertos y una expresión descompuesta, necesitó con urgencia volver a humedecerse la cara y, acto seguido se acercó la cantimplora a la boca, pero en vez de un sorbo, casi la apuró por completo.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Una nueva historia 2.2

El reloj avanzaba más lento que nunca. Los minutos y segundos transcurrían eternos como si el universo entero estuviera detenido. Así lo sentía Pit. Ardía en deseos de irse, de correr junto a su hermana. También de ponerse a salvo. Si habían detenido a Yon era muy posible que pronto se presentara en el trabajo algún policía.

Estos pensamientos eran peligrosos manejando una taladradora. No está preparada para ser utilizada por un mamón y solo la imponente fuerza física de Pit permitía que pudiera ejercer la profesión de minero. Pero con la cabeza distraída, preocupada, estuvo en varias ocasiones de provocar un accidente laboral. O sonaba pronto el silbato o terminaría por provocar una desgracia. 

Sus compañeros, casi todos majaras, panchos o troglos, se imaginaban el calvario por el que tenia que estar pasando Pit con su hermano entre rejas. Restaban importancia a los errores de Pit y trataban de animarle y ayudarle, pero era inútil: lo que necesitaba Pit era que el silbato tocara cuanto antes.

Por fin llegó la hora de salida. Pit ni siquiera se aseo: mudó su mono de trabajo por ropa de calle y corrió fuera del Complejo. Estaba convencido de que si la policía no se había presentado en el trabajo era porque le esperaban a la salida. Al menos así se reencontraría con Yon.

Pero fuera del complejo no estaba la policía, solo su amigo Gloob, esperándole.

jueves, 12 de diciembre de 2013

Una nueva historia 2.1

Pit era el hermano mayor de Yon. Trabajaba de picador en las minas del complejo de Campcol. Al medio día, durante la parada de comer fue cuando se enteró de que habían detenido a su hermano. Se lo dijo su hermana Sol por teléfono. Pero en ese momento solo había confusión, nadie sabía que había pasado exactamente y Pit no podía ausentarse de su puesto de trabajo. Se atrevió a preguntárselo a su encargado, pero sólo consiguió un bufido por respuesta.

Sol le contó que Yon estaba incomunicado en las oficinas del Complejo y que no había logrado hablar con él. Pit se preocupó mucho, y con razón. Como Sol desconocía donde estaba el pequeño de los cuatro hermanos, Yak, Pit le pidió que fuera a casa de Gloob, un amigo sapo de la familia y que allí le esperara.

En el noticiero que daban durante la parada de comer no explicaron nada de Arrinton, solo se dedicaron a mostrar el cotidiano clima pre-bélico que el gobierno se cuidaba de trasladar a la población. Pero eso no evitó que los rumores comenzaran a circular por todo el complejo.

Primero, que había habido un asesinato. Eso preocupó aun más a Pit.

Después que el asesino había sido capturado. La alarma del hermano mayor ya fue mayúscula. ¡Eso no podía estar pasando! ¡Era imposible!

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Una nueva historia 1.7

- Usted es un policía, a ustedes no les importa la verdad.

Yon gritaba desolado. Era como si él deseara que sus palabras fueran falsas, pero supiera a ciencia cierta que realmente eran muy verdaderas. Los golpes, insultos y vejaciones de todo tipo que había sufrido así lo atestiguaban. Yon abrió los brazos extendiéndolos hacia el detective como para mostrarle en toda su magnitud la obra de sus colegas. La tortura había sido intensa, pensó Jhan. Siempre lo era.

- la verdad requiere que interroguemos a tus hermanos.
- no, no, no. Ellos son inocentes. Ellos no han hecho nada - mentía -. Fui yo. Yo use la taladradora. Yo le mate. Quería dinero. Soy adicto. Fui yo. Ellos son inocentes.

Ante una confesión así, Jhan no podía hacer nada.

Una nueva historia 1.6

Jhan no le ayudó a volver a incorporarse, le dejó allí tirado. Le resultaba patético.

- Aquí pone que asesinaste al lord con la trituradora porque querías robarle para colocarte... pero tu y yo sabemos que eso es mentira.

El mamón se puso a llorar. Se sentía impotente, indigno, humillado.

- ¿Sabes lo que te harán por asesinar a un lord?

Jhan se rascó, negó con la cabeza y por fin ayudó al mamón a que se incorporara. Por fin lo comprendía, sus sentimientos hacia Yon pasaron de desprecio y repugnancia a comprensión e incluso admiración.

- Estás encubriendo al asesino. Al verdadero asesino. Sabes lo que realmente pasó y prefieres sufrir tú solo las consecuencias.
- Noooo!

Yon no quería que el detective le ayudara. Forcejeo como pudo, pero no logró evitar que el troglo le incorporara.

-Encubres a uno de tus hermanos. Es minero y si puede con la taladradora. Lo hizo... por tu hermana. Quedan pocas mamonas y son muy del agrado de los lores. Dime que fue así. 
- Nooo. A nadie le importa la verdad.
- A mi sí.

martes, 10 de diciembre de 2013

Una nueva historia 1.5

- ¿Cómo te llamas?

Jhan tenía ante sus narices un informe elaborado por los vigilantes de seguridad. Solo tenía que firmarlo para terminar y cerrar el caso. El joven mamón, llamado Yon, seria formalmente acusado del asesinato y punto final.

- ¿Cómo te llamas? - insistió Jhan, pero el muchacho trataba de ignorarle. Así que comenzó a leer el informe en voz alta para forzar alguna reacción en él.

"Yon, hum natural de Arrinton. Su progenitor, Pit, minero, muerto. Su progenitora, Sol, circense, muerta."

-¿Tu madre trabajaba en un circo?

Hacerle esa pregunta era como insultarle: En muchos certificados oficiales 'circense' se refería a prostituta, así que era muy probable que su madre fuera eso, una prostituta. Por lo que Jhan sabia era habitual en las mamonas porque eran compatibles con casi todos. Yon reaccionó por primera vez lanzando una mirada de odio al detective.

"Vive en las Casas baratas de Arrinton con sus dos hermanos y su hermana, únicos hum de Arrinton. Trabaja en las oficinas del Complejo minero-siderúrgico Campcol" Jhan se quedo con un detalle importante: trabajaba en oficinas, no de minero. ¿tendría fuerza y habilidad suficiente para manejar un taladro mecánico como el utilizado para destripar al lord? Pronto lo averiguaría:

-¿Así que tu madre trabajaba en un circo?

Yon, furioso, trató de incorporarse, aunque tuviera que arrastrar la silla a la que estaba atado. Quería abalanzarse sobre ese maldita troglo que insultaba la memoria de su madre. Quería darle su merecido. Pero no pudo. Todo le dolía demasiado, se rindió y se cayó al suelo de bruces.

"Este niñato no sería capaz de utilizar la taladradora" - pensó Jhan.

domingo, 8 de diciembre de 2013

una nueva historia 1.4

Había muy pocos mamones. Jhan en todos sus años en el cuerpo apenas había tratado con uno de ellos cuando no era más que un agente patrulla en un barrio marginal.

Se trataba de un mamón joven, un carterista de poca monta que se equivocó de objetivo: intentó robar a un ciudadano al que confundió con un turista perdido lejos del centro de la ciudad. "Sería estúpido! " Jhan se enojaba con solo recordar aquella anécdota. Robó al ciudadano, pero resultó que no era un turista. Era todo un cónsul de los ciudadanos que con sus matones troglos recorría los arrabales de la ciudad buscando muchachas compatibles - sobre todo niñas majaderas en el caso de los ciudadanos - a las que secuestrar para violar y asesinar. La policía local lo sabía y hacía la vista gorda a cambio de una comisión, pero el mamón, o era un zoquete integral, o iba puesto de drogas hasta arriba.

En cualquier caso logró robar al ciudadano, pero recibió su merecido, primero de los matones, luego de Jhan y su compañero, enviados por la comisaria para poner orden. Jhan recordaba que los mamones eran blandos y que tenían la sangre intensamente roja. Ahora lo podía volver a ver.

"Son pocos y siempre terminan en líos -pensó Jhan-. Si uno fue capaz de robar a un ciudadano, ¿por qué no iba este a matar a un lord? Quizá por eso son tan pocos". Este último pensamiento le hizo gracia, pero decidió desecharlo para volver a comportarse como el detective objetivo que le gustaba ser.

Jhan se rascó con su gran uña y pensó en cómo abordar el interrogatorio.

martes, 3 de diciembre de 2013

Una Nueva Historia 1.3

Para interrogar al sospechoso tenían que ir a otro edificio del complejo donde guardias de seguridad y policías le retenían.

En el exterior Jhan se fijó en las casas baratas que se extendían hasta el horizonte, al otro lado del perímetro del complejo. Además el olor al amoniaco presente en el aire le ayudó aun más a recordar su hogar. Solo entrando en la policía había podido huir de todo aquello: la miseria más absoluta, hambre, suciedad y enfermedad, ignorancia...

Ya en el nuevo edificio salio a recibirle un grupo de directivos trajeados con ceños fruncidos. La voz cantante la llevaba un pancho. No había nadie más arrogante que un pancho crecido, un pancho que se creyera por encima de los demás.  La mayoría de los suyos eran obreros, jornaleros o criados... éste era directivo.

- Inspector J...
- Detective
- Su presencia aquí es irregular. Tenemos firmado un convenio con el ministerio de defensa que nos capacita para resolver nuestros propios problemas de seguridad. ..
- Salvo por el detalle de que su cadáver es un lord - y los lords eran competencia de la policía especial. Estaban ante un conflicto de competencias que a Jhan le importaba un comino.
- Da igual. nuestro cuerpo de seguridad ha detenido al asesino. El caso está cerrado.

Jhan comprendía que discutir con el directivo era una perdida de tiempo.
- dónde está el sospechoso?

Los guardias de seguridad le condujeron hasta un cuarto cerrado y custodiado por más guardas visiblemente armados. Le abrieron la improvisada celda y en su interior Jhan se sorprendió al encontrarse con un joven mamón visiblemente maltratado, por no decir torturado,  amarrado a una silla.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Una Nueva Historia 1.2

Un sospechoso. 

O eso decía el cuerpo de seguridad. Tenían mucha prisa por cerrar el caso, o eso pensaba Jhan. Era el procedimiento normal que cuando en un crimen estaba implicado un lord o alguno de los aliados se encargara la policía especial. Aunque ciertamente no todos los detectives eran tan profesionales como Jhan. "En eso habéis tenido mala suerte", pensó.
Al parecer uno de los trabajadores del complejo minero había amenazado de muerte al lord Campcol hijo delante de varios testigos. Eso no era suficiente aunque era una tremenda imprudencia por parte del trabajador. Lo sorprendente era que no le hubieran despedido en el acto.

Antes de pasar al sospechoso, Jhan prefirió terminar con la oficina. La masa viscosa que había sido un lord, la taladradora... todo impactante para que solo nos fijáramos en la brutalidad y el horror. Jhan se rascó con su gran uña. Era un gesto habitual en los troglos cuando pensaban. En esa habitación no había nada mas.

-¿Qué es este lugar? -pregunto Jhan al jefe de seguridad. 
-¿Cómo? ¿Disculpe? -el jefe, otro troglo como Jhan estaba sorprendido -. Pues una oficina. ¿Qué importancia tiene eso?
- Pero no era la oficina del lord. Es pequeña, oscura... poco digna de un lord.
- Eh... si claro. Ésta es una oficina de la plantilla... el despacho del lord está arriba.
- Me gustaría verlo.
- ¿El qué? 
- El despacho.


Hubo un instante de zozobra en el gesto del jefe de seguridad.  Pronto se repuso.

- No puede, señor.  No tiene autorización.  El despacho del lord Campcol hijo está bajo jurisdicción del Ministerio de Defensa. Nadie sin autorización pertinente puede entrar.

¡El ejército! Jhan volvió a rascarse. La corporación de Campcol se dedicaba a la minería y la siderurgia, pero si el ejército estaba de por medio algo mas tendrían entre manos. La tensión militar había crecido durante todo el año.  Algunos medios hablaban abiertamente de una guerra universal... 1913 estaba resultando un año muy movido. Si los Campcol trabajaban para el ejército, el asesinato del primogénito y heredero resultaba aun mas preocupante.

El jefe de seguridad, como tratando de desviar los pensamientos de Jhan volvió a insistir en el sospechoso. Lo tenian bajo arresto. Era hora de ir a interrogarle.

Una Nueva Historia 1.1

Complejo minero-siderúrgico Campcol de luna Arrinton, verano de 1913.

El cadáver estaba completamente destrozado. La taladradora lo había reducido a una pulpa viscosa de color anaranjado desparramada por el suelo del despacho. Dos agentes de la policía no lo habían aguantado e incluso para el detective Jhan la escena resultaba desagradable.

El jefe de la seguridad privada estaba enojado.  Le disgustaba que la policía especial se hubiera hecho cargo del caso desplazando a los agentes locales. A Jhan no le importaba lo que ese matón pensara, lo único que exigía era que no se interpusiera en su camino. Y lo estaba haciendo. ¿Cómo que no hay ninguna grabación de lo que ha pasado? Estaban en las oficinas de uno de los complejos mineros mas importantes del lord Campcol. ¡Había cámaras! ¿Y los vídeos?

-Desconectados. Por orden del lord Campcol hijo. - respondía rígido y visiblemente enojado el jefe de seguridad.
¿Desconectados por orden de la victima? Porque Jhan tenia ante sus ojos lo que quedaba del cuerpo del hijo primogénito de uno de los principales magnates del universo. El lord Campcol hijo. Muerto ataladrado. Ataladrado con una de las herramientas que utilizan en las minas de su padre. 
Y la taladradora estaba allí mismo, en ese mismo despacho, a su lado. Nuevecita. Sin una sola huella. No había huellas en la taladradora,  no había grabaciones en las cámaras de seguridad... pero había un sospechoso.