- Tiene mucho mejor aspecto del que me habían descrito.
El abad del monasterio era un hombre de avanzada edad, con la espalda curvada por el paso del tiempo, nariz aguileña y frondosa barba blanca. Vestía con una gruesa túnica de lana gris que le llegaba hasta los pies y un manto oscuro también de lana.
Le acompañaba otro monje vestido como él. Era más joven pero también barbudo, aunque en este caso las canas se mezclavan con cabello negro adoptando una tonalidad gris. Este monje era más alto y fuerte y sus ojos eran grandes y de un azul muy intenso, casi fantasmal.
- Gracias, padre. Mi nombre es Flavio Gregorio, tribuno de la Escuela Palatina, candidato de nuestro Amo y Señor, el Emperador César Flavio Julio Teodosio, Piadoso y Bendito Augusto.
- De la Parte Oriental.
El comentario del Abad sorprendió al soldado. El otro monje sonreía levemente.
- Sí, padre, de la Parte Oriental. Vengo en misión oficial del Emperador. Aquí tiene mis acreditaciones.
Gregorio le extendió al abad un pergamino enrollado con la intención de que el monje lo cogiera.
- Guárdese el pergamino tribuno y explíquenos a qué se debe un viaje tan largo hasta la Parte Occidental.
Hacía ya décadas que la República contaba con dos emperadores, uno para Occidente y otro para Oriente a fin de facilitar la administración y la defensa. Aunque solían unirles lazos familiares y a menudo colaboraban, cada uno era Emperador en su parte. En principio el Emperador de Oriente tenía una cierta supremacía sobre su colega de Occidente, que además actualmente era su sobrino, pero legalmente no tenía autoridad en esta parte de la República. Gregorio lo sabía, pero a la hora de asignarle la misión, en Constantinopla contaban que con el mayor poder y prestigio de Oriente sería suficiente para conseguir el éxito de la misión.
- Hace catorce años alguien como yo trajo de Oriente un precioso tesoro por orden del Emperador.
- Dos niñas -completó el abad.
- Dos niñas, exacto. Para su cuidado. Ahora el Emperador las reclama. Deben volver conmigo a Constantinopla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario