La confesión estaba firmada por Yon. Jhan no podía hacer nada a no ser que consiguiera alguna prueba real y tangible. Eso era muy complicado y el tiempo corría.
Primero, se puso en contacto con el agente que seguía a Pit. Éste le informó que habían llegado a la casa del sapo. Jhan le ordenó que no les perdiera de vista, ni al mamón ni al sapo.
Segundo, tenía que entrar en el verdadero despacho del lord. Quizás ahí si hubiera algún indicio porque en la oficina donde había aparecido el cadáver no había nada de nada salvo la taladradora. Pero no le dejaban subir y, a diferencia del momento del asesinato, los pasillos estaban llenos de guardias de seguridad y las cámaras grababan.
¿realmente el lord se tomaba tantas molestias para evitar que sus subordinados le vieran con meretrices? Eso no tenia sentido. Tantas cosas en este caso no tenían sentido.
En cualquier caso si quería subir tendría que ser con alguna distracción.
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