-No es fácil ser un hum. Ustedes conocen su pasado, su origen. Nosotros estamos al borde de la extinción.
- Abrevia mamón. No tengo tiempo para filosofía y tú - señalandole con su gran uña- tampoco.
- Nuestras mujeres han sido las favoritas de los lores durante siglos, pero pese a la relativa compatibilidad, los desgarros, hemorragias y enfermedades aniquilaron a muchas llevándonos hasta casi la extinción. Mi madre murió así, en la alcoba de un lord, del poderoso Campcol.
- Eso os da más puntos para ser sospechosos de asesinato.
- Lo descubrí hace poco... Verás no siempre trabajé en oficinas. Hasta hace pocos meses yo trabajaba en el mercadillo. Hacia trabajillos, escribía poemas para enamorados, los recitaba, leía la mano, contaba cuentos... Era una especie de... juglar. Tenía cierto éxito. Si sé leer y escribir es gracias a un anciano pancho que se encariño de mí cuando murió mi madre. El caso es que llamé la atención de un ilum...
-¡Un sapo! - exclamó Jhan con evidente desprecio. Los sapos eran detestados por casi todo el mundo. Eran arrogantes y traicioneros, mentirosos y cínicos.
- El ilum, Gloob se llama, trabajaba aquí. Paseaba los días festivos por el mercadillo, y poco a poco fuimos trabando amistad hasta que me ofreció el trabajo en las oficinas, decía que tenía talento y que en el mercadillo lo desaprovechaba. De escribir cuentos he pasado a cubrir facturas... cobro más pero también trabajo mucho más y es tremendamente monótono. No me quejaba. Pasó poco tiempo hasta que Gloob conoció a mi familia. Ahí fue cuando nos contó lo que le había pasado a nuestra madre. Pobre Gloob, mi hermano Pit le metió una tremenda paliza -Yon sonrió ligeramente recordando aquello-, ahora son muy amigos. Esto fue hace un mes. Ayer después de comer Gloob me avisó de que unos matones del joven lord se habían llevado a mi hermana. Si la violaba corría el riesgo que la compatibilidad limitada la matara. No lo podía permitir. El lord la retenía en este mismo edificio donde trabajo, trabajaba... Arriba, en su despacho.
- ¿En el despacho del lord?
- Sí. Gloob me dijo que se sentía culpable, que el lord se había enterado de la existencia de mi hermana por su culpa, así que me contó como sortear la seguridad. No hizo falta...
- ¿No hizo falta?
- No. Estaba todo despejado. Subí a su despacho, entré y me encontré al lord utilizando la linea y a mi hermana llorando casi desnuda en un sofá. El lord al verme se asustó. Yo cogí a mi hermana de la mano y nos fuimos.
- Pero volviste.
- Dejé a Sol con Gloob y sí, volví a las oficinas. A por dinero. A mi despacho.
- Y allí estaba el cadáver.
Yon asintió con la cabeza.
- Tu historia no se puede demostrar. Estas diciendo que en el tiempo en que tu te ibas y volvías asesinaban al lord.
Yon volvió a asentir con la cabeza.
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