No sólo Nick tendría el honor de conocer a Jaime. Reunieron un pelotón con unos veinte milicianos que destacaban en sus respectivas compañías en la base central de la milicia en el frente de Cáledon.
Llevaban un par de días esperando. Nadie sabía cuando aparecería Jaime. Un bolchevique de "la mayoría", el grupo opuesto a la guerra, le había tratado de asesinar la semana anterior y se habían extremado la seguridad.
Por fin, un día lluvioso y oscuro, Jaime hizo su aparición.